Blade Runner 2049: Un clásico instantáneo de la ciencia-ficción, de lo mejor del año

En estas líneas hablaremos de una de las cintas más esperadas del año. Personalmente, era la que más ansiaba ver de este 2017 debido a que venero la película de 1982, tenía el listón muy alto esta secuela.

Nos encontramos en Los Ángeles en el año 2049, es decir, la historia que nos narran aquí tiene lugar 30 años después de lo que se nos contó en el largometraje original. El agente K (Ryan Gosling) va en busca de un replicante que está huyendo y, a partir de ese momento, se hará cargo de una investigación cuyas revelaciones pueden provocar el caos global y originar una guerra entre humanos y replicantes.

Ryan Gosling

Hay que hacer énfasis en que esta secuela tiene el mismo ritmo pausado que caracterizó a la primera entrega, algo que nos parece decisivo para la narración y que coge la historia propuesta hace 35 años y la impulsa, con lo que nos hace valorar la cinta anterior con un nuevo prisma, algo que retroalimenta a las 2 películas y que les aporta un valor añadido enriquecedor, además la cinta se disfrutará aún más con posteriores visionados para poder extraer todas las referencias, significados e interpretaciones que seamos capaces de conseguir.

El trabajo tras las cámaras de Denis Villeneuve es portentoso. Se pone al servicio de la historia, retorciéndola, llevándola a otro nivel y poniendo el foco en el crecimiento de los personajes.

En cuanto al guión, que corre a cargo de Hampton Fancher y Michael Green, podemos apreciar cómo nos ofrecen una historia que juega con el espectador y que, a su vez, evoluciona de manera natural, lo que hace todavía más visible el conflicto de lo delgada que es la línea que diferencia a humanos y replicantes.

Harrison Ford

En cuanto al reparto, tenemos que destacar a Ryan Gosling como agente K. Le viene como un guante el personaje a sus dotes interpretativas, muy sobrio y cumplidor. Harrison Ford retomando su icónico papel de Rick Deckdard aparece poco, pero cuando lo hace deja huella. Sylvia Hoeks como Luv, una replicante muy tenaz. También dejan buenas sensaciones Robin Wright, Mackenzie Davis, Lennie James, Dave Bautista y el impagable cameo de Edward James Olmos. En la otra cara de la moneda tenemos unas interpretaciones bastante insulsas, que corren a cargo de Jared Leto y Ana de Armas, en parte, debido a unos personajes muy poco definidos en el libreto.

También queremos destacar el impresionante trabajo en la dirección de fotografía de Roger Deakins, ya que visualmente la cinta es asombrosa en ese aspecto, mostrando una completísima paleta de colores que nos ofrece postales bellísimas en cada fotograma. La mejor del año.

Como puntos negativos, una banda sonora nada destacable, orquestada por Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch. Quizá le sobran 15 ó 20 minutos de metraje y que el giro de guión del último acto le resta impacto emocional a la evolución narrativa que hace el agente K.

En resumen, si os gustó “Blade Runner”, esta os encantará. Algo así como: “café para los muy cafeteros”.

Puntuación: 8,5/10