Blade Runner: Cine policíaco envuelto en un futuro distópico


Sin lugar a dudas, nos encontramos ante uno de los films más controvertidos de los años 80. Es más, fue tan incomprendida y adelantada a su época que fue vapuleada por la crítica e ignorada por los espectadores. Únicamente, a través del alquiler de vídeo se le fue dando nuevas oportunidades a la película hasta llegar a convertirse en una película de culto.

Blade Runner (1982)
Dicen las malas lenguas que el reparto, casi en su totalidad, no entendía qué clase de película estaban rodando y que únicamente el director, Ridley Scott, sabía qué es lo que tenía entre manos. Hay que recalcar que fue contratado para dirigir un libreto de Hampton Fancher y David Webb Peoples que se basaba en la novela corta de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”.

Tenemos que subrayar que aunque suele decirse que es una de las películas cumbre del género de ciencia-ficción, en realidad se trata de una película policíaca ambientada en el futuro, ya que acompañamos a nuestro protagonista Rick Deckard (Harrison Ford), agente de policía de Los Ángeles en el año 2019, al que se le asigna la tarea de dar con varios replicantes (robots creados mediante ingeniería genética que se asemejan a los humanos y que son utilizados como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra) cuando son declarados ilegales al provocar un motín y matar a varios humanos.  La dificultad de dar con ellos se debe a que han sido creados de tal forma que se necesita un método específico para reconocerlos, ya que a simple vista parecen humanos.
El líder de este grupo de replicantes sublevados es  Roy Batty (Rutger Hauer), cuyo máximo anhelo es conseguir vivir durante más tiempo y matar a su creador, ya que ellos se ven como humanos y su creador sería Dios. Es decir, el humano mata a Dios y se convierte en él.
La película tiene una gran carga filosófica. A veces se le ha tachado de pedante, incomprensible o directamente, aburrida.

Rutger Hauer / Blade Runner (1982)
El trabajo de dirección de Ridley Scott es sublime. Encara las escenas usando planos con grúa tan imperceptibles que uno piensa que son auténticos decorados construidos. Además, esa facilidad que tiene para dotar a la cinta de ese aura de cine negro que podemos ver perfectamente en la secuencia en la que Deckard interroga a Rachael (Sean Young) jugando con las luces y sombras entre ellos, iluminando sus rostros y remarcando el humo del cigarro de ella que hace que parezca una femme fatale. Todo ello, gracias al minucioso y detallista trabajo en la dirección de fotografía de Jordan Cronenweth.

Otro punto a destacar en las cintas de Scott es la cuidada puesta en escena; sus películas son auténticas experiencias audiovisuales. Gran parte de culpa se debe al maravilloso trabajo de Lawrence G. Paull en la dirección de producción y de David L. Snyder en la dirección artística.
También debemos destacar la banda sonora de Vangelis, la cual logró fusionarse tan bien con la película que es imposible separar a una de la otra. Es una comunión perfecta de imágenes y música, otro hito más que marcaría el carácter del film en cuestión.

Por último, queremos añadir que la cinta fue nominada a 2 Oscars en 1982 pero no logró alzarse con ninguna estatuilla. Como suele decirse, el tiempo pone a cada uno en su lugar y Blade Runner es considerada de forma unánime una de las mejores películas de la Historia del Cine.


Puntuación: 9/10

                                                                 


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