La Momia: nuevo punto de partida para una franquicia de dioses y monstruos

La cinta que a continuación pasamos a valorar es la primera piedra del “Dark Universe”, la nueva y remozada franquicia de monstruos clásicos de la Universal Pictures. Esta nueva versión de La Momia apuesta por ser una mezcla de géneros que van desde la acción y el terror pasando por la comedia. La verdad es que me sorprendió muy gratamente que haya conseguido equilibrar una hibridación de géneros de tal calibre.

Tenemos que hacer hincapié en que al ser una película que sirve como pistoletazo de salida para una franquicia, lógicamente, hay que presentar multitud de elementos y personajes que, aunque no logren su cénit en este largometraje, sirven como avance de todo lo que está por venir. De ahí, que haya recibido un aluvión de críticas tachándola de confusa o de ser un batiburrillo inconexo.

Tom Cruise

La cinta se pasa volando. Sus incontables secuencias de acción, su apuesta por el terror (light) y el tono humorístico heredero de las películas dirigidas por Stephen Sommers, hacen que nos encontremos con uno de los blockbusters veraniegos más entretenidos que hay actualmente en la cartelera.

Tom Cruise salva los muebles con su imponente carisma al presentarnos a su habitual  héroe de acción. Por otro lado, Annabelle Wallis realiza un buen papel, sin destacar especialmente, pero sin ser tampoco un florero que acompañe a Cruise. De hecho, sus diálogos con nuestro protagonista son de lo mejor de la película.

Russell Crowe, quien realiza una interpretación magnífica y al que se le nota comodísimo disfrutando con sus “dos papeles”. Nos da una idea bastante clara del rumbo que mantendrá en la franquicia.

Por último, Sofía Boutella. Actriz curtida en películas de acción y que ya lo demostró en Star Trek: más allá. Encarnar a esta momia le viene como un guante, ya que físicamente cumple con creces y además nos presenta una versión novedosa y bastante terrorífica.

T. Cruise, A. Wallis y R. Crowe

Por cierto, los guiños a La Momia de Stephen Sommers y a Un hombre lobo americano en Londrés son geniales, fiel reflejo de que Alex Kurtzman hizo la película pensando en el púbico.

En definitiva, una película que cumple unos mínimos: entretener al espectador durante la canícula estival con un bol de palomitas y una bebida refrescante. Al margen de esto, nos presenta un film con partes confusas y con una mezcla de géneros que no gustará a todo el mundo. No perdurará en el recuerdo pero nos hará pasar un rato agradable.

Puntuación: 5/10