Detroit: tensión e irracionalidad

Detroit es "un relato que indaga en nuestro pasado más violento. Nos arroja al centro de un suceso histórico brutal para que podamos verlo y sentirlo por nosotros mismos". Así la define Peter Travers en la revista Rolling Stone. No puedo estar más de acuerdo. La tensión que recoge la película es brutal, incluso llega a ser insoportable. Algo así como un terror claustrofóbico.

La cinta nos cuenta los innumerables disturbios raciales que sacudieron la ciudad de Detroit en el año 1967. Dirigida por Kathryn Bigelow y protagonizada por John Boyega, Algee Smith y Will Poulter, la cinta se ha convertido en una de las sensaciones del 2017 y seguro que en uno de los éxitos de los próximos años. 
John Boyega
La dirección de K.Bigelow conecta todos los sentidos. Una cámara tan nerviosa con un objetivo claro: conseguir que la tensión traspase la pantalla y se contagie entre los espectadores. Juega con infinidad de imágenes y posiciones, dotando a las escenas de un gran atractivo. Es cierto que la película va de menos a más, narrando cada historia y posicionando al espectador. Todo ello, sin resultar espeso, sabiendo cual es el momento justo para pasar a la acción y mantener enganchados a todos hasta el final.

Jonh Boyega, uno de esos actores que mantiene linealidad en sus actuaciones. Nunca sobresale, pero siempre cumple. En esta ocasión, mantiene una actuación cuidada de un personaje comedido en una película agitadísima. Como digo, correcta actuación.
Will Poulter
Will Poulter cada vez va a más. En este film, demuestra su crudeza y deja de lado su faceta más cómica (Somos los Miller). Desarrolla un papel complicado, incluso odiado por el espectador, de una manera notable.

Detroit no es un peliculón descomunal, pero si una película que merece la pena ver. Su dureza e irracionalidad despiertan el alma. Muy recomendable.

Puntuación 7/10



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